Leica M3 por Andres Charrier

Mi buen amigo Andres Charrier me mando este texto y fotos para que lo compartiera aqui en la Chatarra.

Hace varios años compre en una feria de antigüedades en la calle Estado de Santiago una camarita Voigtlander. Era una pequeña transición entre una Rangefinder y una cámara de fuelle. Se la mostré un día a un amigo fotógrafo (Emilio Arnés) y me dijo:”Vas a terminar sacando fotos con cámaras Leica”.Lo dijo con tal convicción que me dejo sorprendido durante mucho tiempo. Yo había comprado esa Voigtlander como adorno y nunca se me habría ocurrido ponerle un rollo. Yo tenia una Nikon F100 que obturaba 1/8000 Auto foco y con uno de los fotómetros mas avanzados que se podrían tener. Una cámara que no tuviera esas características no era una cámara, al menos para mi.

El tiempo paso y descubrí en el Bio Bio un pequeño puesto de cámaras antiguas atendido por una señora cascarrabias. Descubrí que entre sus cámaras había una vieja Leica M3. La cámara costaba casi lo mismo que lo que había pagado por mi Nikon. Además montado en le cuerpo de la Leica, había un lente Leitz Summarex de 85mm de una belleza hipnótica. Pero costaba mas de lo que yo había gastado en mi Nikon.

No se porque esa cámara llamaba tanto mi atención. Era lo mas raro que yo había visto en mi vida como cámara. Pase cada fin de semana que podía y trataba de conversar con la señora. Era imposible se negaba a mostrarme la cámara y me corría de mala manera. Paso el tiempo y la cámara se vendió pero la belleza hipnótica que me producía esa cámara se volvió en una pequeña obsesión que no me dejo nunca en paz. Pasaron unos tres años hasta que tuve una.

La M3 es posiblemente la cámara mas fetiche, mas deseada y mas mítica de las cámaras que se han creado. Ninguna cámara hasta ahora a generado en el mundo de la fotografía un mito como la Leica M3.

Salió al mundo entre 1953-1954 después de una serie de valientes intentos con una serie anterior de cámaras III. Esta nueva serie M termino con el periodo de cámaras con montura de hilo del Sr. Barnack.

Para todos era la mejor cámara rangefinder diseñada hasta ese momento y probablemente para muchos siga siéndolo. Su belleza y elegancia es inmortal y ha sido catalogada como uno de los mejores diseños del siglo pasado.

Esta cámara de bronce macizo era un verdadero bunker alemán. Escuche una vez que el cuerpo de las primeras M3 era moldeado a martillo y no en un molde con una matriz. Al parecer esa Leica si es que de verdad existieron alcanzarían un precio exuberante para cualquier bolsillo.

El visor de las M3 es quizás el componente mas importante. Extremadamente luminoso incluso para nuestros días. Para muchos la elección de las Leica se debe a la luminosidad de su visor. Este traía un visor de magnificación de un 0.92x. para muchos el mejor visor producido por Leica. Sin embargo el sistema de enfoque, piedra angular de la fotografía estaba todavía en una etapa primitiva y en esta cámara aun es difícil enfocar a diferencia de las cámaras como la M6 y M7 que son sistemas incomparables a ninguna otra cámara rangefinder. A partir de 1958 y del numero de serie 919251 estas cámaras comenzaron a tener un sistema de pre visualización de la profundidad de campo. En realidad el sistema ayuda a estimar / adivinar la profundidad de campo.

Combinando un visor con telémetro y selector automático de las líneas de encuadre traía nuevas innovaciones en un cuerpo más robusto y mejor diseñado. Cambia el sistema de montura de hilo por una montura de bayoneta que posteriormente fue utilizado por todos los fabricantes de cámaras existentes hasta hoy en día. Este nuevo sistema de montura permitía cambiar de lente con mayor rapidez y sencillez. El nuevo visor desplegaba automáticamente un sistema de paralaje de 50mm-90mm-135mm. La cámara se convirtió inmediatamente en la elección preferida por los reporteros gráficos de la época pero siguió siendo un bien de lujo para el publico en general por su elevado precio.

Inicialmente la M3 tenían su propia regresión de velocidades obturación heredadas de la serie IIIf ,llama la atención en este sentido que obturara un 1/100 en vez de un 1/125 y un 1/50 a un 1/60. Más adelante volvieron a la obturación universal que tenían todas la cámaras. Sin embargo era posible tener velocidades intermedias entre 1/50 y 1/1000 con sólo girar la perilla entre dos tiempos de obturación. En la parte superior encontramos la zapata para el flash, pero sin contacto X, más abajo hay dos conectores para activar el flash por medio de un cable especial, muy difícil de encontrar hoy en día. Es posible acoplar un conector PC para poder acoplar un flash moderno. Aunque el tema del flash exaspera a algunos fervientes amantes de las Leica no vamos a entrar en mayores detalles en esto ahora. Si los fabricantes pusieron una zapata para el flash debe ser por algo.

El Flash obturaba solo en 1/50, velocidad que se mantiene incluso hasta nuestros días en las modernas M7 y MP de última generación debido al lento trayecto horizontal de la cortinilla de obturación. La misma zapata se podía ocupar para el exposímetro de selenio que fue creado para esta maquina. En la mayoría de los casos estos exposímetros de selenios se encuentran con sus celdas fotosensibles quemadas y solo sirven de adornos. Mas adelante se creo el MR-4 que aún funcionan a la perfección y que se han transformado para algunos en objeto de culto.

La palanca de avance de la película era de dos tiempos, pero luego fue corregida en un solo tiempo, aunque hay algunos que siguen prefiriendo la de dos tiempos. Sobre la misma palanca de avance se encuentra el botón disparador con el hilo de rosca para el cable disparador. A su derecha encontramos una pequeña ventana circular con el contador de exposiciones que llega hasta 40 y que vuelve automáticamente a cero cuando se cambia de rollo.

La cortinilla de obturación de seda es para muchos un tema de fascinación que bordea lo religioso. Muchos fervientes seguidores de Leica se auto designan monoteístas en el tema de la cortinilla de obturación.

El chasquido de obturación es suave, simple y silencioso. Una delicia para cualquier quizás sólo comparable con el chicharreo que tenían algunas Contarex de la misma época. Hasta donde yo entiendo la ultima generación de Nikon, la F6 tiene un obturador igual de suave y silencioso pero creado casi 60 años después.

La primera generación de M3 tenían una placa de vidrio que presionaba la película contra el obturador, al parecer esto traía ciertos problemas con las bajas temperaturas del invierno por lo que tuvo que ser reemplazado mas adelante por una placa metálica mucho más durable.

Por lo que a mi respecta una de las principales características de estas cámaras y lo que les da su propia identidad a las Leica es el sistema de cargado de la película, el llamado “Bottom Loading”. La película a diferencia de todas las otras cámaras de 35 mm se carga por abajo quitando la base inferior de la cámara. El sistema es lento, difícil y muy poco practico pero le da un encanto especial a la cámara difícil de no considerar. Personalmente todavía no me acostumbro bien a ese sistema aunque lo he hecho muchísimas veces todavía no lo logro hacerlo bien y el rollo se me atasca en la mitad de la película justo en el instante decisivo de la fotografía.

Después de esta larga enumeración caótica y revisión de las principales características de esta cámara queda por peguntarse: “......y donde esta la leyenda y el mito detrás de esta chatarra antigua?”

Que tiene esta cámara que la diferencia de todas las otras?

Acaso por que la usaron fotógrafos de la envergadura de Cartier-Bresson y Salgado o Alan Harvey?

Por que marcaron una etapa y un hito en la historia de la fotografía?

Acaso por que hoy día después de 50 y tantos años todavía funcionan?

Y habría que ver si en 50 años mas seguirán funcionando nuestras cámaras digitales de hoy. Existirá en 50 años mas un computador que lea el formato de compresión de nuestras fotos digitales de hoy? Difícil saberlo? Sin embargo todavía puedo ver las diapositivas que saque hace 10 años en mi primer viaje a Bolivia bajo la lámpara de mi escritorio. Quiero hacer notar que el notebook que ocupo para escribir este texto ya no trae entrada para disquete.

Quizás por que nunca más se fabricaron lentes con las ópticas que gozaban los Summicron o Summitar de esa época.

Hay algo de nostalgia por el pasado no cabe duda querámoslo o no. Aquellos que nos negamos a enfrentar un futuro digital nos aferramos todavía estas pequeñas maravillas de antaño, quizás en busca del tiempo perdido al interior de estas mismas cámaras.

Hay algo mas que seductor en estas cámaras que nos atrae como una enigmática mujer no se lo que es, pero lo seguiré buscando indefinidamente en cada nuevo expograma, cada fotografía, cada vez que corra la palanca de avance de la película o en cada silencioso chasquido del obturador de seda. Ignoro si voy a encontrar la respuesta, motivo mas que suficiente para seguir buscándola al liberar la luz al interior de mi dama alemana.